Probablemente
no sea deliberado pensar que existe sólo uno ODS para enfocarse a los problemas
específicos de la contaminación, pues si bien, la contaminación será con toda
seguridad el problema de salud mundial más urgente en los próximos años.
Los métodos
que se ajustan al enfrentamiento de la contaminación y, por ende, a la salud, son
muy optimistas, ya que se considera que el desarrollo de la tecnología supondrá
menos efectos adversos del sistema productivo guiado además por una concepción,
casi nueva, como lo es la economía circular, donde uno de sau principales
pilares de esta ideología se centra en le reciclaje.
Como lo
advertimos en un apartado, esta actividad de reciclaje tiene sus limitantes, a
partir de las bases físicas, químicas y biológicas, pues independientemente que,
tanto los recursos naturales como la vida misma tienen códigos moleculares y
condiciones naturales propias, todo tipo de transformación conlleva un tratamiento
químico de energía, de la cual el resultante del sistema productivo surge una
energía “disipada” y restada del organismo original y del proceso.
Lo que tratamos de decir, es que no se puede depender de
un reciclaje que será igualmente finito, por esto de las pérdidas de
propiedades fisicoquímicas, pero lo que si es cierto, es que la energía
disipada resultante de todo se traduce en la contaminación y, esto no sólo repercute
en la salud de la humanidad, ecosistemas y biodiversidad, sino en las vías por
donde pasan los ciclos de varios recursos vitales para la humanidad como el
aire y el agua.
La atmosfera, litosfera e Hidrósfera son ejemplos claros
de lo que las ODS deben centrarse cuando se habla de contaminación y, no solamente
en las repercusiones directas de la salud humana.
Por ejemplo, si los residuos de las empresas, que en su
mayoría son arrojados a los ríos o drenaje y que finalmente terminaran en los
mares, a simple vista diríamos que se contaminó las aguas, pero no es así,
puesto que los mares son el cuerpo orgánico que más absorción de CO2 realiza en
el planeta, mucho más que los bosques. Por ende, entre más degradado se vea los
océanos, menos absorción del CO2 se realizará, lo que repercutirá ya no sólo en
la hidrósfera sino en la atmósfera, teniendo repercusiones en la salud humana y
efectos negativos en el cambio climático.
La reflexión a la que queremos llegar es a que se tomen
medidas y análisis más amplios, no en torno a preservar las utilidades de las
empresas con el eslogan de un crecimiento económico favorable para la sociedad
y, por otro lado, que la visión de las ODS, no esté guiada sólo por una economía
sustentable “débil” sino que considere todo tipo de ciencia a la hora de
planear los objetivos y que estos sean ampliamente vinculantes y no sólo buenos
deseos.
La ODS 3, por supuesto que es pertinente, pero es más
importante aún, reconocer que este problema de la contaminación , está íntimamente
relacionado con otros ODS y que estos mismos deben separarse del poder
económico por el que están siendo guiados.
Comentarios
Publicar un comentario